Con mi mala letra y viento a favor pongo a navegar mis palabras entre miles de agitados papeles, mares de tinta donde tras varias botellas de ron me dedico al abordaje de tus latidos. Patente de corso otorgada en favor de tu falda negra, bandera que lidera mis clandestinos sentimientos en cada nocturna batalla de este viejo cascarón, cuerpo que naufraga tras tu extraño caminar.
Marinera de agua dulce que salazonas cada travesía en la que me embarcó junto a este capitán, que zarpa en busca de la isla desierta del tesoro que se esconde tras tu blusa. Tú. Con tus cañonazos, sonrisas que le parten la quilla a este barco pirata que capitanea mi corazón con tan mala pata y garfio en el tintero entre tanto oleaje gramatical que marea mis desaliñadas emociones.