Voy a contarte que se siente…
Cuando mi universo solo puede vivir en la senda que traza tu sonrisa, que forma esta brisa de aire que me golpea la cara con tu perfume en la madrugada. Yo, un loco trapecista de pesadilla que piloto las palabras con un motor con las revoluciones por los aires, que me conducen hacía las curvas de tu cuerpo, sin frenos me cruzo con tus ojos y sin un arnés donde sujetarme me precipito al abismo que me adormece y que me hace caer en tu frenético mar azul.
En una botella con hielos viajo a la deriva surcando mares de llantos en la noche. Náufrago, sin una brújula que me ponga rumbo hacía tu blusa, y así poder encallar contra tu pecho, isla desierta donde intentar injertarme entre tus costillas y así poder florecer junto a tus sueños.
Porque solo tú…