Podría empezar con un título un poco más poético pero todas las cosas tienen un origen y hoy, un día cualquiera de mi vida, comienzo a escribiros trazando torpemente el camino de mis ideas, pensamientos e inquietudes.
Os cuento. Siempre me ha gustado leer, bueno no siempre, cuando era un crío más bien me gustaba jugar entre los libros de mi abuelo, los toqueteaba ansiosamente pero nunca los llegaba a leer. Hasta que un día todo cambió, gracias a la persona que me dotó de conocimientos en la infancia. Obligándome a leer durante días el peor libro que he leído en mi vida, hasta que por fin logré terminarlo.
Ese libro cambió mi vida, un libro que odio y amo a partes iguales, qué irónico que algo desagradable hiciera brotar en mí la necesidad de bucear entre palabras, nadar entre páginas y ahogar mis penas entre lejanas historias. Pues un día como hoy, que no tiene nada de especial vuelvo a sentirme como aquel crío perdido. Que halla un camino donde encontrar un nuevo sol, un sol que solo aparece en los libros, ese de brillantes rayos que nos calma el alma y nos llena de vida.