Escribir

A veces pienso en escribirte loco de mí, pero pienso que estúpida es tal idea que ronda mi cabeza; que locura está de escribir a la nada.

Pero llega un momento, en que me asfixio, que la necesidad de hacerlo es tan grande que me falta el aire; hace que tu rostro se entrelace tantas veces en mi mente, difuminado, que ya desconozco la realidad o la ficción. Mi subconsciente se convierte en la tortura de mi ser y entonces no puedo alejar tales ideas de mi y afloran sentimientos idiotas. Si, idiotas que acercan los demonios que devoran el alma, que hacen que la necesidad sea más fuerte, más vivaz…

Que la de una mente y unas manos que comienzan incesantes a escribirte o indecentes viendo su comportamiento frente al papel blanco; con trazos de un bolígrafo que araña, desgarrando el papel con tinta llena de preguntas, que no hallarán respuestas. Pero, ¿es tan malo preguntar? normal preguntarse si a ti nada te desconozco, pero te anhelo como si conociera cada rincón de ti, como si hubiera pasado largo tiempo viajando por las esquinas de tu cuerpo, de tu mente… y cada noche después del arduo caminar por tu piel tomará descanso sobre tus costillas y el latir acompasado, casi poético, de tu corazón acunará mis sueños de niño.

Sueños de un amanecer contigo, de tus ojos mirándome brillantes por el sol que cálido entra por la ventana cada mañana y sonroja tus mejillas.


by_luis7

Anuncio publicitario