Son tus pájaros por las entrañas los que espesan la sangre alborotada que recorre el infortunio, de la borracha carabela que zarpa a dentelladas entre la grama seca. Entre tortazos y hogazas acuden a la serenata mil gatos negros, con canciones republicanas ante el llanto de la derrota.

Y esta lengua hirviendo que nos desprecia rauda y veloz, que hija puta es, arañando con uñas de cartón la trocha de la poca compostura. Envidia y terror son los temblores de su bajo vientre, oscuro y artero, nos cose esquejes al rosario del ciego que no quiso ver entre el odio, un remedio al podrido e irreverente calendario.

Cuatro monedas de plata son el pago para el galgo ahorcado, un precio mal pagado por azuzar corderos ante tanta hipocresía humana.

Y ahora vaga triste por su terruño maldiciendo las cerraduras del rebrote de su personalidad. Quisiera ser pasto de esos pájaros alborotados, que desempolvar todo el pasado de espigas ensartadas al aleteo de este invierno disfrazado de floridas primaveras.

byluis7